Noticias de un ex-alumno, Spiros Stathoulopoulos, 1996.
Mayo 22 de 2007

'PVC-1', película colombiana que recuerda el drama del collar bomba, se estrenó en Cannes

Es a la vez una punzante denuncia de la violencia y una proeza técnica, puesto que el director la rodó en un solo plano secuencia, es decir sin cortes.

Esta, la primera película del colombiano Spiros Stathoulopoulos, fue presentada este martes en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes, (Francia).

Basada en un hecho real, 'PVC-1' sumerge de entrada al espectador en la violencia. Un grupo de malhechores penetra en una granja y aterroriza a la familia de campesinos, una pareja y sus tres hijos. Para obligarlos a pagar un rescate, coloca a la mujer un collar-bomba que estallará si no entregan el dinero. Empieza una carrera contrarreloj para llegar hasta el lugar donde técnicos de la policía podrán desactivar la bomba.

El director produjo él mismo la película. "No busqué ninguna financiación porque quería hacer una película totalmente independiente. De todos modos, nadie me iba a patrocinar una película hecha en un solo plano secuencia de 85 minutos", declaró en conferencia de prensa después de la proyección, en la que fue largamente aplaudido.

El premio Cámara de Oro está destinado a premiar una ópera prima de cualquiera de las secciones del Festival de Cannes. No obstante, Spiros ya logró su primer premio: que una gran productora le ofreciera dinero para hacer una nueva película. Al parecer, la Warner Brothers le patrocinará, con 8 millones de dólares, la siguiente.

En el caso de 'PVC-1', no había otra opción sino filmarla en plano secuencia: "Quería que el filme tratara del tiempo esencial, el que pasa, el que no puede detenerse y con el que no se puede jugar", dijo.

Por supuesto, el otro tema es la violencia. "Quería tocar el tema del terrorismo en el mundo, pero sobre todo, denunciar la violencia en América Latina", comentó.

Cómo se hizo PVC-1

El director trabajó durante un mes preparando sus actores, de los cuales sólo tres son profesionales. El ballet de movimientos debía ser perfecto y la actuación minuciosamente ensayada, para que la filmación pudiera realizarse. La segunda etapa de preparación, la del rodaje, le llevó siete días, con una atención especial por la luz natural, porque en esa filmación maratónica no podía correr el riesgo de que en algún momento la sombra de la cámara se viera en la película.

La filmación, por supuesto, se hizo en un solo día. Pero antes, el director colombiano de origen griego pasó meses entrenándose físicamente para poder soportar, durante la casi hora y media de filmación, el peso de una cámara de quince kilos de manera ininterrumpida.

Fuente:El tiempo-Cultura